Muchos pensadores consideran que la tristeza es necesaria para alcanzar la sabiduría y para crear y generar nuevas formas de conocimiento, no huyas de ella, enfréntala y hazla una fuente de inspiración.
La tristeza es un estado de ánimo afectivo y una de las emociones básicas del ser humano, junto con el miedo, la ira, nostalgia y la alegría; su principal función consiste en ayudarnos a asimilar los momentos difíciles que enfrentamos ya sea por la muerte, el rechazo, la pérdida de autoestima al fracasar, perdida de salud, o enfermedad y para algunos, la pérdida de un objeto preciado, y todo esto lo expresamos por medio de lágrimas, las cuales actúan como un mecanismo de defensa y desahogo que a su vez nos ayudan a liberar la tensión que se provoca en nuestro cerebro.
Este sentimiento puede provocarnos falta de apetito, disminución de la energía y del entusiasmo por las actividades, especialmente las diversiones y los placeres y cuanto más se profundiza y se acerca a la depresión, más se disminuye el metabolismo corporal.
Debido a esto, la mayoría de las personas tratamos de evitar sentirnos tristes cuando las circunstancias de la vida son duras y dolorosas, sin embargo, debemos tener en cuenta que éste es un estado emocional de lo más normal y natural que puede sentirse en muchos momentos a lo largo de la vida, de hecho existen muchos pensadores que consideran que la melancolía es necesaria para alcanzar la sabiduría, para crear y generar nuevas formas de conocimiento y muchos artistas han encontrado en la tristeza su más profunda inspiración con la que se llega a lo más hondo del alma y es gracias a ella que se han escrito los poemas más hermosos, canciones o incluso se han pintado maravillosas obras de arte que han nacido como un medio de expresar este sentimiento tan intenso.
Lejos de lo que se piensa, la tristeza no siempre trae consigo consecuencias negativas, según estudios realizados en la Escuela de Psicología de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia, este sentimiento aporta varios beneficios cognitivos, entre los que destacan los siguientes:
La tristeza es un estado de ánimo afectivo y una de las emociones básicas del ser humano, junto con el miedo, la ira, nostalgia y la alegría; su principal función consiste en ayudarnos a asimilar los momentos difíciles que enfrentamos ya sea por la muerte, el rechazo, la pérdida de autoestima al fracasar, perdida de salud, o enfermedad y para algunos, la pérdida de un objeto preciado, y todo esto lo expresamos por medio de lágrimas, las cuales actúan como un mecanismo de defensa y desahogo que a su vez nos ayudan a liberar la tensión que se provoca en nuestro cerebro.
Este sentimiento puede provocarnos falta de apetito, disminución de la energía y del entusiasmo por las actividades, especialmente las diversiones y los placeres y cuanto más se profundiza y se acerca a la depresión, más se disminuye el metabolismo corporal.
Debido a esto, la mayoría de las personas tratamos de evitar sentirnos tristes cuando las circunstancias de la vida son duras y dolorosas, sin embargo, debemos tener en cuenta que éste es un estado emocional de lo más normal y natural que puede sentirse en muchos momentos a lo largo de la vida, de hecho existen muchos pensadores que consideran que la melancolía es necesaria para alcanzar la sabiduría, para crear y generar nuevas formas de conocimiento y muchos artistas han encontrado en la tristeza su más profunda inspiración con la que se llega a lo más hondo del alma y es gracias a ella que se han escrito los poemas más hermosos, canciones o incluso se han pintado maravillosas obras de arte que han nacido como un medio de expresar este sentimiento tan intenso.
Lejos de lo que se piensa, la tristeza no siempre trae consigo consecuencias negativas, según estudios realizados en la Escuela de Psicología de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia, este sentimiento aporta varios beneficios cognitivos, entre los que destacan los siguientes:
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