Fatiga mental: Las personas tenemos una especial habilidad para soñar, para imaginar, para establecer proyectos a largo plazo y motivarnos con esos objetivos.
Sin embargo, esta libertad espiritual para vivir en equilibrio y plenitud suele verse seriamente alterada por la fatiga mental.
De pronto, y sin saber cómo, sentimos un muro gigantesco en nuestra mente que nos asfixia y que trae esos negros nubarrones que afectan a nuestro estado de ánimo. Nuestro pensamiento deja entonces de prestarnos ayuda para volverse negativo y hasta peligroso.
No podemos olvidar que la fatiga mental puede derivar poco a poco en una bajada de la energía, en la llegada de la tristeza y, en consecuencia, en una depresión. Debemos evitarlo. Debemos hacer frente a la fatiga mental mediante estas sencillas estrategias que, seguro, te van a ser útiles o, al menos, harán que reflexiones.
1. Crea espacios “limpios” en tu mente
Este dato es realmente curioso. ¿Sabes que las personas generamos al día unos 50.000 pensamientos que no nos sirven para nada?
En efecto, la mayoría son pensamientos repetitivos y mecánicos sin utilidad alguna. El resto hacen referencia al pasado o son, simplemente, pensamientos negativos que ponen “zancadillas” a tu vida antes que puentes a tu alma.
Entonces, ¿por qué hacerles caso? Lo ideal y necesario es que crees espacios limpios en tu mente. Borra todas esas frases como “esto no te va a salir bien”, “yo no voy a ser capaz”, “es que los demás quieren, los demás esperan que yo…”. Elimina estas frases y llévalas a tu “papelera de reciclaje mental”, para abrir espacios nuevos donde renazcan frases como “yo lo merezco”, “yo voy a conseguirlo”, “yo me siento segura”...
2. Olvídate de los tiempos verbales en condicional
“Es que si yo hubiera hecho esto ahora yo podría…”, “yo tendría que decidirme ya, sin embargo…” “¿y si le dijera a esta persona lo que siento?”, “lo mejor sería dejar esto, pero es que…”, “si él me dijera esto yo sería más feliz”, “si yo consiguiera esto, entonces…”.
Es importante que sepas que este tipo de frases en que predominan los tiempos condicionales son una verdadera tortura y la causa de gran parte de nuestra fatiga mental. Así pues, y desde este mismo instante, empieza a cambiar de tiempos verbales para valorar más el presente y la ACCIÓN: “Yo voy a hacerlo”, “yo le voy a decir”, “yo me decido a…”.
3. ¿Sabes cual es uno de tus mayores enemigos? La rutina
Lo sabemos. Las obligaciones diarias exigen que las personas nos veamos sometidas a una rutina, a ese trabajo, a esas tareas diarias con la familia, con los niños… Entonces, ¿cómo huir de la rutina? Intenta hacer algo diferente cada día.
Dedícate, al menos, dos horas para ti misma haciendo lo que de verdad deseas.
Un espacio propio, un instante de libertad y una ilusión cotidiana son los mejores aliados para vencer la rutina y combatir el cansancio mental.
4. Mira al horizonte mientras te mueves
¿A qué nos referimos con mirar al horizonte mientras nos movemos? Es muy sencillo.
Una de las mejores formas de hacer desaparecer la fatiga mental es haciendo ejercicio, pero se trataría de un ejercicio que te permitiera entrar en contacto con la naturaleza, con la montaña, con el mar…
Lo más adecuado sería salir a caminar cada día durante una hora. Y mientras andas a paso rápido, lleva tu mirada al horizonte, ahí donde se expande la libertad y la inmensidad. Si suspendes tus ojos, tu cerebro y tu mente en este rincón maravilloso, todo empezará a relativizarse en tu vida. Dejarás ir muchos pesos y te sentirás más libre. ¡Inténtalo!
5. Tu palacio mental donde refugiarte
Para comprender el concepto de “palacio mental”, te pondremos un sencillo ejemplo. Imagina que estás en el trabajo, en un día de mucha presión, o que estáis celebrando una reunión familiar en casa y te sientes muy saturada, con mucha fatiga mental.
¿Qué podemos hacer? Toma aire y respira profundamente. Ahora visualiza tu “palacio mental”. Puede ser ese lugar donde siempre te relajas y al que tanto te gusta ir, una playa, una cafetería.. O puedes también visualizar un lugar ideal para ti que no conoces: una calle parisina, o un jardín de tranquila fantasía rodeada de flores que huelen realmente bien. No importa, acude donde tu imaginación desee.
Ahora toma conciencia de que nadie puede molestarte ahí, nadie te presiona y tú te sientes libre para andar o incluso para gritar y desahogarte si lo deseas.
Puedes estar aquí todas las veces que quieras para calmarte, para liberarte.
Las visualizaciones son dimensiones tranquilas donde podemos relajarnos cada día para combatir la fatiga mental. Basta con que vayas un instante al servicio, o que busques un rincón de la oficina donde tomar un café… Los estados de calma nos sirven para reflexionar y, a su vez, nos aportan energía, liberan la mente y nos ofrecen esos “espacios limpios” de los que hablábamos al inicio.
Anímate a poner en práctica estos consejos, verás como te funcionan.
Sin embargo, esta libertad espiritual para vivir en equilibrio y plenitud suele verse seriamente alterada por la fatiga mental.
De pronto, y sin saber cómo, sentimos un muro gigantesco en nuestra mente que nos asfixia y que trae esos negros nubarrones que afectan a nuestro estado de ánimo. Nuestro pensamiento deja entonces de prestarnos ayuda para volverse negativo y hasta peligroso.
No podemos olvidar que la fatiga mental puede derivar poco a poco en una bajada de la energía, en la llegada de la tristeza y, en consecuencia, en una depresión. Debemos evitarlo. Debemos hacer frente a la fatiga mental mediante estas sencillas estrategias que, seguro, te van a ser útiles o, al menos, harán que reflexiones.
1. Crea espacios “limpios” en tu mente
Este dato es realmente curioso. ¿Sabes que las personas generamos al día unos 50.000 pensamientos que no nos sirven para nada?
En efecto, la mayoría son pensamientos repetitivos y mecánicos sin utilidad alguna. El resto hacen referencia al pasado o son, simplemente, pensamientos negativos que ponen “zancadillas” a tu vida antes que puentes a tu alma.
Entonces, ¿por qué hacerles caso? Lo ideal y necesario es que crees espacios limpios en tu mente. Borra todas esas frases como “esto no te va a salir bien”, “yo no voy a ser capaz”, “es que los demás quieren, los demás esperan que yo…”. Elimina estas frases y llévalas a tu “papelera de reciclaje mental”, para abrir espacios nuevos donde renazcan frases como “yo lo merezco”, “yo voy a conseguirlo”, “yo me siento segura”...
2. Olvídate de los tiempos verbales en condicional
“Es que si yo hubiera hecho esto ahora yo podría…”, “yo tendría que decidirme ya, sin embargo…” “¿y si le dijera a esta persona lo que siento?”, “lo mejor sería dejar esto, pero es que…”, “si él me dijera esto yo sería más feliz”, “si yo consiguiera esto, entonces…”.
Es importante que sepas que este tipo de frases en que predominan los tiempos condicionales son una verdadera tortura y la causa de gran parte de nuestra fatiga mental. Así pues, y desde este mismo instante, empieza a cambiar de tiempos verbales para valorar más el presente y la ACCIÓN: “Yo voy a hacerlo”, “yo le voy a decir”, “yo me decido a…”.
3. ¿Sabes cual es uno de tus mayores enemigos? La rutina
Lo sabemos. Las obligaciones diarias exigen que las personas nos veamos sometidas a una rutina, a ese trabajo, a esas tareas diarias con la familia, con los niños… Entonces, ¿cómo huir de la rutina? Intenta hacer algo diferente cada día.
Dedícate, al menos, dos horas para ti misma haciendo lo que de verdad deseas.
Un espacio propio, un instante de libertad y una ilusión cotidiana son los mejores aliados para vencer la rutina y combatir el cansancio mental.
4. Mira al horizonte mientras te mueves
¿A qué nos referimos con mirar al horizonte mientras nos movemos? Es muy sencillo.
Una de las mejores formas de hacer desaparecer la fatiga mental es haciendo ejercicio, pero se trataría de un ejercicio que te permitiera entrar en contacto con la naturaleza, con la montaña, con el mar…
Lo más adecuado sería salir a caminar cada día durante una hora. Y mientras andas a paso rápido, lleva tu mirada al horizonte, ahí donde se expande la libertad y la inmensidad. Si suspendes tus ojos, tu cerebro y tu mente en este rincón maravilloso, todo empezará a relativizarse en tu vida. Dejarás ir muchos pesos y te sentirás más libre. ¡Inténtalo!
5. Tu palacio mental donde refugiarte
Para comprender el concepto de “palacio mental”, te pondremos un sencillo ejemplo. Imagina que estás en el trabajo, en un día de mucha presión, o que estáis celebrando una reunión familiar en casa y te sientes muy saturada, con mucha fatiga mental.
¿Qué podemos hacer? Toma aire y respira profundamente. Ahora visualiza tu “palacio mental”. Puede ser ese lugar donde siempre te relajas y al que tanto te gusta ir, una playa, una cafetería.. O puedes también visualizar un lugar ideal para ti que no conoces: una calle parisina, o un jardín de tranquila fantasía rodeada de flores que huelen realmente bien. No importa, acude donde tu imaginación desee.
Ahora toma conciencia de que nadie puede molestarte ahí, nadie te presiona y tú te sientes libre para andar o incluso para gritar y desahogarte si lo deseas.
Puedes estar aquí todas las veces que quieras para calmarte, para liberarte.
Las visualizaciones son dimensiones tranquilas donde podemos relajarnos cada día para combatir la fatiga mental. Basta con que vayas un instante al servicio, o que busques un rincón de la oficina donde tomar un café… Los estados de calma nos sirven para reflexionar y, a su vez, nos aportan energía, liberan la mente y nos ofrecen esos “espacios limpios” de los que hablábamos al inicio.
Anímate a poner en práctica estos consejos, verás como te funcionan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario