Muchos factores contribuyen al desarrollo del acné, incluyendo la producción de sebo y queratina, bacterias que causan el acné, hormonas, poros bloqueados e inflamación.
El vínculo entre la dieta y el acné ha sido controvertido, pero las investigaciones recientes muestran que la dieta puede desempeñar un papel importante en el desarrollo del acné
¿Qué Comer Que Pueda Ayudar?
Mientras que los alimentos mencionados arriba pueden contribuir al desarrollo del acné, hay otros alimentos y nutrientes que pueden ayudar a mejorarlo.
Estos incluyen:
Ácidos grasos omega-3: Los omega-3s son antiinflamatorios, y el consumo regular se ha relacionado con un menor riesgo de desarrollar acné
Probióticos: Los probióticos promueven un intestino sano y una microbiota balanceada, que se relaciona con una inflamación reducida y un menor riesgo de desarrollo del acné.
Té verde: El té verde contiene polifenoles que se asocian con una reducción de la inflamación y disminución de la producción de sebo. Se ha encontrado que los extractos de té verde reducen la severidad del acné cuando se aplican sobre la piel.
Cúrcuma: La cúrcuma contiene la curcumina polifenólica antiinflamatoria, que puede ayudar a regular el azúcar en la sangre, mejorar la sensibilidad a la insulina e inhibir el crecimiento de bacterias que causan acné, lo que puede reducir el acné.
Vitaminas A, D, E y Zinc: Estos nutrientes juegan un papel crucial en la salud de la piel y del sistema inmune y pueden ayudar a prevenir el acné.
Dieta Mediterránea: Una dieta mediterránea es rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, pescado y aceite de oliva y baja en grasas lácteas y saturadas. También se ha relacionado con la reducción de la gravedad del acné.
Que no nos ayuda?
1. Granos Refinados y Azúcares
Las personas con acné tienden a consumir más carbohidratos refinados que las personas con poco o nada de acné.
Por ejemplo:
·Pan, galletas, cereales o postres hechos con harinas refinadas.
·Pasta hecha con harinas refinadas.
·Arroz blanco y fideos de arroz.
·Refrescos y otras bebidas azucaradas.
·Edulcorantes como azúcar de caña, jarabes, miel o ágave.
Un estudio encontró que las personas que con frecuencia consumían azúcares añadidos tenían un 30% más de riesgo de desarrollar acné.
Este aumento en el riesgo puede explicarse por los efectos que tienen los carbohidratos refinados sobre los niveles de azúcar en sangre y los niveles de insulina.
Los carbohidratos refinados se absorben rápidamente en el torrente sanguíneo, lo cual eleva rápidamente los niveles de azúcar en la sangre.
Cuando los niveles de azúcar en la sangre se elevan, los niveles de insulina también aumentan para ayudar a transportar ese exceso de azúcar en sangre fuera del torrente sanguíneo hacia las células diana.
La insulina hace que las hormonas androgénicas sean más activas y aumenta el factor de crecimiento similar a la insulina. Esto contribuye al desarrollo del acné haciendo que las células de la piel crezcan más rápidamente y aumentando la producción de sebo.
2. Productos Lácteos
Estudios han encontrado una relación entre los productos lácteos y la gravedad del acné en adolescentes.
La investigación hasta la fecha se ha centrado principalmente en adolescentes y adultos jóvenes y sólo ha demostrado una correlación entre la leche y el acné, no una relación de causa y efecto.
Todavía no está claro cómo la leche puede contribuir a la formación del acné, pero hay varias teorías propuestas.
Se sabe que la leche aumenta los niveles de insulina ya hemos visto este efecto.
La leche de vaca también contiene aminoácidos que estimulan el hígado para producir más IGF-1, que se ha relacionado con el desarrollo del acné.
3. Comida Rápida
El acné se asocia fuertemente con el consumo de una dieta al estilo occidental rica en calorías, poco valor nutricional, grasas de mala calidad y carbohidratos refinados.
La comida rápida, como hamburguesas, papas fritas, hot dogs, nuggets, refrescos y batidos, son los pilares de una dieta occidental típica y pueden aumentar el riesgo de acné.
Un estudio de más de 5,000 adolescentes y adultos jóvenes chinos encontró que las dietas altas en grasas de mala calidad se asociaron con un 43% de aumento en el riesgo de desarrollar acné.
Un estudio separado de 2,300 hombres turcos encontró que el consumo frecuente de hamburguesas o salchichas estaba relacionado con un 24% más de riesgo de desarrollar acné.
No está claro por qué comer comida rápida puede aumentar el riesgo de desarrollar acné, pero algunos investigadores proponen que puede afectar la expresión génica y alterar los niveles hormonales de una manera que promueve el desarrollo del acné.
4. Alimentos Ricos en Grasas Omega-6
Las dietas que contienen grandes cantidades de ácidos grasos omega-6, como la típica dieta occidental, se han relacionado con el aumento de los niveles de inflamación y acné.
Esto puede deberse a que las dietas occidentales contienen grandes cantidades de aceites vegetales refinados, ricos en grasas omega-6, y pocos alimentos que contengan grasas omega-3, como el pescado azul o las nueces.
Este desequilibrio de los ácidos grasos omega-6 y omega-3 empuja al cuerpo a un estado inflamatorio, lo que puede empeorar la gravedad del acné.
Por el contrario, los suplementos de ácidos grasos omega-3 pueden reducir los niveles de inflamación y se ha encontrado que reducen la gravedad del acné.
5. Chocolate
El chocolate ha sido un presunto desencadenante del acné desde 1920, pero hasta ahora no se ha llegado a un consenso (enlace).
Varias encuestas informales han relacionado el consumo de chocolate con un mayor riesgo de desarrollar acné, pero esto no es suficiente para demostrar que el chocolate causa el acné. .
Ahora bien, debemos tener en cuenta que si hablamos de chocolates comerciales, bombones, etc. estaríamos hablando de un alimento ultraprocesado rico en azúcares añadidos, lo que sí se relaciona con la proliferación de acné, como hemos visto en puntos anteriores.
6. Proteína de Suero en Polvo
La proteína de suero de leche es un suplemento dietético popular.
Es una fuente rica en aminoácidos leucina y glutamina.
Estos aminoácidos hacen que las células de la piel crezcan y se dividan más rápidamente, lo que puede contribuir a la formación de acné.
Los aminoácidos en la proteína del suero de leche también puede estimular el organismo para producir niveles más altos de insulina, que se ha relacionado con el desarrollo del acné.
Consumir una dieta rica en ácidos grasos omega-3, probióticos, té verde, frutas y verduras puede proteger contra el desarrollo del acné. Las vitaminas A, D y E, así como el zinc, también pueden ayudar a prevenir el acné.
A fin de cuentas: COMIDA REAL.
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