Con la llegada del verano, nuestra piel queda expuesta a las radiaciones del sol.
Sin la debida protección, puede sufrir daños irreversibles y envejecer prematuramente.
Por eso, en mesoestetic queremos darte algunos consejos sobre cómo usar el protector solar y mantener tu piel saludable, evitando manchas, pecas o arrugas. ¡Atenta!
Prepara tu piel. Exfolia tu piel e hidrátala (por fuera y por dentro). Estará más preparada, disminuirás los riesgos de reacciones cutáneas a causa del sol y reforzarás su protección natural.
Protégela siempre. Que no acudas a la playa o a la piscina no significa que no vayas a tomar el sol. Paseando por la calle, en el parque o en una terraza, la piel también queda expuesta a las radiaciones solares.
Escoge el mejor para ti. Es un gran error optar por el protector del verano anterior. Los protectores solares tienen un período de vida definido por lo que debes estar atenta a su fecha de vencimiento. Es importante elegir bien un factor de protección solar acorde con tu tipo de piel y tu estilo de vida.
Aplicar sobre la piel limpia. La aplicación debe hacerse sobre la piel limpia y exenta de productos que contengan alcohol o perfumes, como desodorantes o colonias.
Cuidar cada zona. Es recomendable usar un protector solar especial para la piel del escote, el cuello o el rostro, que es más sensible, y otro para el resto del cuerpo.
Aplicar a conciencia. Debes aplicar el producto con movimientos circulares hasta que sea absorbido. Es importante prestar especial atención a áreas sensibles como el pecho y los hombros, que suelen estar expuestos constantemente al sol. Asimismo, debes aplicarte la crema asegurándote de hacerlo de forma uniforme sin dejar áreas al descubierto, cómo las orejas, los párpados, el mentón o el cuello.
¡Un descuido puede costarnos muy caro!
Hazlo con tiempo. Debes aplicar la crema solar unos 30 minutos antes de la exposición para que la piel tenga tiempo de absorberla y estés bien protegida.
Repite el proceso. Reaplica el protector regularmente, de acuerdo con el filtro del producto y la actividad que realices. Vuelve a untarte después de cada baño o si has practicado ejercicio. El agua o el sudor podrían haberte retirarte el protector.
Hidrátala de nuevo. Con el sol la piel pierde agua por lo que tienes que volver a hidratarla. Límpiala para eliminar impurezas, el cloro de la piscina o la sal del mar, bebe agua y utiliza una buena loción que alivie, recupere e hidrate. Tu piel se mantendrá sana, bonita, en plena forma y prolongarás tu bronceado
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