La menopausia es una época clave en la vida de una mujer puesto que supone el punto de inflexión entre la madurez y la vejez.
Como bien sabemos, el cese permanente de la menstruación conlleva consecuencias de diverso tipo que pueden minar nuestro cuerpo tanto desde un punto de vista físico como desde una perspectiva psicológica.
Dada esta situación, los médicos suelen recomendar que nos mantengamos activas durante esta etapa realizando actividades físicas como caminar, nadar, montar en bici o correr.
De esta forma, podemos ayudar a mantener nuestro organismo fuerte evitando que se evidencien con excesiva facilidad las señales del envejecimiento prematuro.
Correr con el fin de paliar los síntomas de la menopausia
Una actividad física tan de moda como correr no podía faltar entre los factores candidatos a ayudar a las mujeres a superar sin excesivos traumas la compleja etapa de la menopausia.
Y es que según un estudio de la Universidad de Filadelfia realizado al respecto, la actividad física en las mujeres mayores de edad supone una gran inversión a la hora de gozar de una mejor salud mental. Siendo más fuertes desde una perspectiva psicológica, podremos afrontar con mayor eficacia algunos problemas asociados a la transición hacia la menopausia.
Los síntomas más habituales durante la menopausia son el estrés, los sofocos y una delicada tendencia a la depresión.
La investigación mentada descubrió que el desarrollo de actividad física con carácter moderado es capaz de hacer descender los niveles altos de estrés en las mujeres mayores.
Sin necesidad de realizar grandes esfuerzos a las voluntarias que realizaron el estudio les bastó con caminar a paso medio durante hora y media y al menos cinco veces a la semana- se pueden llevar a cabo grandes cambios en este sentido.
Sin embargo, y pese al gran optimismo que puede despertar en algunas de nosotras este descubrimiento, el deporte se muestra incapaz de reducir el impacto de algunos de los síntomas físicos más habituales durante la menopausia.
Parece ser que, sin dudar de la fortaleza mental que ganamos con la práctica habitual de algún deporte, deberemos buscar otro tipo de soluciones para combatir manifestaciones físicas tales como los sofocos, la sequedad vaginal, los mareos, los vértigos, las palpitaciones o la excesiva sudoración.
Como bien sabemos, el cese permanente de la menstruación conlleva consecuencias de diverso tipo que pueden minar nuestro cuerpo tanto desde un punto de vista físico como desde una perspectiva psicológica.
Dada esta situación, los médicos suelen recomendar que nos mantengamos activas durante esta etapa realizando actividades físicas como caminar, nadar, montar en bici o correr.
De esta forma, podemos ayudar a mantener nuestro organismo fuerte evitando que se evidencien con excesiva facilidad las señales del envejecimiento prematuro.
Correr con el fin de paliar los síntomas de la menopausia
Una actividad física tan de moda como correr no podía faltar entre los factores candidatos a ayudar a las mujeres a superar sin excesivos traumas la compleja etapa de la menopausia.
Y es que según un estudio de la Universidad de Filadelfia realizado al respecto, la actividad física en las mujeres mayores de edad supone una gran inversión a la hora de gozar de una mejor salud mental. Siendo más fuertes desde una perspectiva psicológica, podremos afrontar con mayor eficacia algunos problemas asociados a la transición hacia la menopausia.
Los síntomas más habituales durante la menopausia son el estrés, los sofocos y una delicada tendencia a la depresión.
La investigación mentada descubrió que el desarrollo de actividad física con carácter moderado es capaz de hacer descender los niveles altos de estrés en las mujeres mayores.
Sin necesidad de realizar grandes esfuerzos a las voluntarias que realizaron el estudio les bastó con caminar a paso medio durante hora y media y al menos cinco veces a la semana- se pueden llevar a cabo grandes cambios en este sentido.
Sin embargo, y pese al gran optimismo que puede despertar en algunas de nosotras este descubrimiento, el deporte se muestra incapaz de reducir el impacto de algunos de los síntomas físicos más habituales durante la menopausia.
Parece ser que, sin dudar de la fortaleza mental que ganamos con la práctica habitual de algún deporte, deberemos buscar otro tipo de soluciones para combatir manifestaciones físicas tales como los sofocos, la sequedad vaginal, los mareos, los vértigos, las palpitaciones o la excesiva sudoración.
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